Ecología
Matorrales basófilos (romerales), pastos vivaces de baja montaña (espartales) y matorrales y tomillares nitrófilos, más rara en herbazales halófilos, pastizales subnitrófilos y pastizales oligótrofos; desde el nivel del mar hasta los 1000 -raramente los 1250- m.s.n.m. en los pisos termo- y mesomediterráneo2.
El disponer de un gran bulbo, donde se almacenan recursos, le confiere una flexibilidad a la hora de emplearlos, lo cual es muy adecuado en las zonas de clima mediterráneo semiárido, caracterizado por la escasez e irregularidad de sus precipitaciones, intra- y extraanualmente. Además, esta especie es conocida porque, al contrario que la mayoría de las especies vegetales, es imposible encontrar un ejemplar con hojas y flores. En efecto, cuando florece a finales del verano, sus hojas están marchitas. Esto puede entenderse como un mecanismo de evitación, similar al que tienen las plantas anuales de ciclo corto26, por lo que les confiere una gran capacidad de establecerse en ambientes con escasez hídrica, como es el caso de los afloramientos yesosos27.
Las hojas y sobre todo ese bulbo pleno de nutrientes, resultarían muy apetecibles para los herbívoros; contra esto contiene los glucósidos cardiacos y heteróxidos cardiotónicos28, con una gran eficacia antiherbivoría (es muy llamativo ver zonas de hociqueo de jabalíes, completamente libres de cualquier resto vegetal, excepto los pies de los ejemplares de esta especie).
Conservación
No figura en ningún listado de protección o libro rojo, ni aparece en ninguna legislación de protección29 y en Andalucía Oriental ha sido evaluado como especie de Preocupación Menor (LC)2.
Otros datos de Interés
Como ya se ha comentado, este taxón está siendo objeto de estudios, entre los cuales merece mención uno4, que sugeriría que poblaciones de Almería, junto con las de Orán (Argelia), podrían constituir una especie nueva o bien, ejemplares de Drimia numidica (lo que supondría su única localidad en la Península Ibérica), lo cual reviste importancia de cara la conservación de la biodiversidad.
Medicinalmente, se ha empleado tónico cardíaco y diurético, pero no debe “dejarse en manos indoctas”30. En el norte de África se ha referido su empleo como afrodisiaco. Contiene un carbohidrato mucilaginoso denominado sinistrina y substancias como la inulina que hervida con un ácido diluido proporciona fructosa. Se ha usado, en agricultura; se siembra esta especie, al pie de los árboles frutales, para impedir que suban las hormigas. Una variedad de túnicas rojas ha sido en empleada en grandes cantidades como rodenticida o raticidaContiene más de una docena de glucósidos cardiacos o heterósidos cardiotónicos, de manera que es venenosa, produciendo intoxicaciones (véase más adelante)28.
En la medicina tradicional marroquí, se emplea caliente y con interviene a dosis muy bajas, mezclado con la comida, en resfriados (bronquitis, tos, gripe, etc.) y el tratamiento de la ictericia. La droga es generalmente se usa con precaución porque se conoce su toxicidad.
Manipular todas las partes de la planta es irritante para la piel: por pequeñas heridas causadas por pequeñas agujitas de cristales de oxalato de potasio, y luego ejerce una acción de enrojecimiento.
El cuadro de la intoxicación por esta especie, con algunas diferencias, es el mismo que el de Digitalis, registrándose por mareos, náuseas, vómitos, diarrea, presión arterial alta, aumento de la secreciones gastrointestinales, bronquiales y sudoríparas; calambres, fibrilaciones musculares (en las piernas); alteraciones sensoriales, hipotermia, a veces hematuria. En casos graves (absorción de dosis muy grandes), se produce un coma que precede a la muerte por insuficiencia cardíaca. Los síntomas en el ganado son los mismos que -los anteriormente mencionados- en los humanos. En roedores, los heterósidos cardiotónicos de la Urginea maritima también son venenos de sistema nervioso central31. No es pastada por los rebaños, ni por los herbívoros.
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