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Gypsophila struthium L. subsp. struthium
Hierba Jabonera (Fam. Cariofiláceas)
Breve Descripción
Arbusto de 50–100 cm, carente de pelos, con tallos ramificados engrosados en los nudos. Las hojas son de 8–25 x 0,6–1,3 mm, en disposición opuesta, en fascículos axilares, lineares, de corte triangular, rematadas en una pequeña espinita y crasas. Sus flores se disponen formando lo que se conoce como “dicasio”: Por debajo de ápice del tallo que está rematado por una flor, se desarrollan dos ramitas laterales también floríferas (debajo de cuyas flores terminales se desarrollan otras ramitas floríferas y, así, sucesivamente). El cáliz, de 3–4 mm en la fructificación, está formado por la unión de 5 sépalos, formando un tubo acampanado. La corola consta de 5 pétalos blancos. Los estambres son 10. El fruto es una cápsula que sobresale del tubo del cáliz, de forma aprox. ovoide que se abre por 4 fisuras, liberando unas semillas en forma de riñones, con granitos alineados en su superficie y de color negro o marrón1,2,3.
 
Florece abril a septiembre, aunque en ocasiones puede alargarse a octubre2.
 
Distribución
Subespecie endémica ibérica, concretamente, del Centro, Este-Sureste y Sur de la Península1.
Distribución, en cuadrículas MGRS 10 x 10 km, del endemismo ibérico Gypsophila struthium subsp. struthium, modificada de Mota et al.4
 
Ecología
Es una de las especies más frecuentes en los matorrales gipsícolas que pueblan las laderas y cerros yesíferos; entre los 200 y los 1200 m.s.n.m., en los pisos termo-, y mesomediterráneo (fuera de Andalucía también coloniza los afloramientos del piso supramenditerráneo), en los ombroclimas semiárido (árido) y seco. Está considerado característico de la alianza Lepidion subulati5.
 
Se trata de un gipsófito estricto; su capacidad para vivir sobre los yesos cristalinos (seleníticos), probablemente se explique por sus extraordinarias adaptaciones ecofisiológicas. Entre éstas, se puede hablar de sus hojas suculentas, en las que acumula importantes cantidades de calcio, tal y como ocurre con otros gipsófitos de similares características6. En el caso de esta especie, el calcio forma drusas en las células foliares. Se ha supuesto que estas drusas son un carácter seleccionado bajo una presión de selección de la herbivoría y que, ahora, cumplen otra función totalmente diferente, en un claro ejemplo de preadaptación. La suculencia foliar, es consecuencia de su capacidad para el almacenamiento de agua, que le posibilita resistir el estrés hídrico del verano4,5,7. Se trata también de una especie clave a la hora de restaurar las canteras de yeso, ya que presenta una extraordinaria capacidad de colonización incluso en las estériles plazas que quedan tras el cese de la explotación minera. Aunque no se ha estudiado en profundidad, las raíces de esta planta exhiben una capacidad extraordinaria para adentrarse y progresar sobre la roca selenítica. Buena parte de esa capacidad se debe a las simbiosis que establece con distintos hongos y a las sustancias que almacena en sus raíces. Como consecuencia de estas y otras características, y al igual que otras especies del género, también muestra cierto comportamiento ruderal, de manera que se presenta en taludes y bordes de caminos, aunque siempre sobre suelos que contienen yeso.
 
Conservación
Figuró, a nivel nacional, en el primer catalogo de 1984, como taxón Casi Amenazado (NT), posteriormente no ha vuelto a ser incluido en listado o legislación alguna8. En el ámbito de Andalucía Oriental su estatus de conservación como una subespecie de Preocupación Menor (LC)2.
 
Otros datos de Interés
La especie, se compone por la especie tipo, aquí tratada, y la subsp. hispanica (Willk.) G. López que habita el Valle del Ebro y el tercio Norte peninsular desde Cataluña hasta Burgos1.
 
Es notable su capacidad de recolonizar canteras abandonadas, en las que llega a formar comunidades casi monoespecíficas9,10,11. En la provincia de Almería se la ha encontrado colonizando canteras de yeso en afloramientos en los que no está presente en las zonas cirncundantes inalteradas, comportándose, así como una especie invasora. Como ya se ha comentado, la capacidad de crecimiento y de colonización de esta especie, incluso en las más difíciles condiciones ambientales, hacen de ella una de las gipsófitas de mayor interés para la restauración de canteras y ambientes de yeso degradados, aunque debiera emplearse exclusivamente en aquellos territorios en los que habita de forma natural.
 
Su nombre común responde a una característica de muchas Cariofiláceas, que consiste en el hecho de que sus raíces restregadas en agua formen espuma, sirviendo de jabón.
 
Referencias
1.    Castroviejo S. (coord.). 1986–2019. Flora iberica, 1–18 y 20–21. Real Jardín Botánico de Madrid. C.S.I.C. Madrid, España.
2.    Blanca G., Cabezudo B., Cueto M., Morales Torres C. & Salazar C. (eds.). 2011. Flora Vascular de Andalucía Oriental, 2ª ed. Universidades de Almería, Granada, Jaén y Málaga, Granada. España.
3.    Font Quer P. 1953 (ed. 2000). Diccionario de botánica. Ed. Península. Barcelona. Disponible en: http://jolube.wordpress.com/2010/05/12/diccionario-botanica-font-quer-en-pdf/
4.    Mota J.F., Sánchez-Gómez P. & Guirado J.S. (eds.). 2011. Diversidad vegetal de las yeseras ibéricas. El reto de los archipiélagos edáficos para la biología de la conservación. ADIF- Mediterráneo Asesores Consultores. Almería, España. Disponible en: https://floresdeordesa.files.wordpress.com/2015/10/yeseras-ibericas-diversidad-vegetal-2011.pdf
5.    Rivas-Martínez S., Díaz T. E., Fernández-González F., Izco J., Loidi J., Lousã M. & Penas, A. 2002. Vascular plant communities of Spain and Portugal addenda to the syntaxonomical checklist of 2001 part II. Itinera Geobotanica 15(2): 433-922.
6.    Merlo M. E., Rodríguez–Tamayo M. L., Jiménez M. L. & Mota J. F. 2001. Recapitulación sobre el comportamiento biogeográfico de algunos gipsófitos y halófitos ibéricos. Monogr. Flora y Veg. Béticas 12: 77–95.
7.    Gibson A. C. 1996. Structure-function relations of warm desert plants. Springer. Berlín, Heidelberg, Alemania.
8.    PHYTEIA. 2008-2019. Sistema de Información de la Flora Protegida y Amenazada de España. Accedido de www.phyteia.es el 16/09/2020.
9.    Dana E. D. & Mota J. F. 2005. Vegetation and soil recovery on gypsum outcrops in semi–arid Spain. J. Arid Environ. 65: 444–459.
10. 10 Mota J.F., Sola A., Dana E.D. & Jiménez–Sánchez M.L. 2003. Plant succession in abandoned gypsum quarries in SE Spain. Phytocoenologia 33:13–28
11. Mota J.F., Sola–Gómez A.J., Jiménez–Sánchez M.L., Pérez–García F.J. & Merlo M.E., 2004. Gypsicolous flora, conservation and restoration of quarries in the southeastern of the Iberian Peninsula. Biodivers. & Conserv. 12: 1797–1808.
 
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