Ecología
Vive en matorrales sobre substratos gípsicos, con predilección a eriales con cierto contenido en arcilla; entre los 200 y los 500 m.s.n.m., en zonas semiáridas, en el piso termomediterráneo2,4. Es poco frecuente sobre los yesos sacaroideos con costra superficial, aunque puede vivir incluso sobre el yeso cristalino. Caracteriza y da nombre a los matorrales gipsófilos de Helianthemo alypoidis–Gypsophiletum struthii, aunque también está presente en los tomillares nitrófilos dominados por Artemisia barrelieri (Artemisio barrilieri–salsoletum genistoidis)4,5.
La comparación de las tres especies del género Helianthemum propias de los yesos de la Cuenca de Sorbas-Río Aguas, nos ilustra tres estrategias diferentes para limitar las pérdidas hídricas y crecer en un medio tan adverso, desde el punto de vista hídrico. Como ya se ha comentado, la especie que nos ocupa recurre a la drástica medida de perder sus hojas en verano (caducifolio estival, erróneamente llamados malacófilo). En cambio, H. squamatum, la jara de escamas, hace honor a su nombre vernáculo y tiene las hojas cubiertas de escamas que recuerdan a piel de un pez. Esto ralentiza el intercambio gaseoso y, por tanto, las pérdidas hídricas. Por último, H. syriacum, el romerillo, opta por un “diseño” muy común en la Cuenca Mediterránea, ya que -al igual que el romero o el olivo-, tiene una hoja con el margen muy revoluto y con el envés con mucha pilosidad, llegando a ser “tomentosa” (con pelos que le dan un aspecto similar a la lana de cordero), con lo que logra el mencionado efecto ralentizar el intercambio gaseoso (este es un mecanismo modulable, de manera que en épocas muy lluviosas pueden “aplanar” las hojas y así incrementar su eficacia fotosintética, aprovechando esas circunstancias favorables)6.
Aunque no se disponen de datos de esta especie en concreto, se han descrito simbiosis hongo-plantas de otras especies del género Helianthemum, incluyendo H. almeriense, con el que está emparentado y de hecho se hibrida y retrohibrida con H. alypoides. Concretamente en H. almeriense se han encontrado dos tipos diferentes de simbiosis hongo-planta: ectomicorrizas y ectendomicorrizas7; por ello es muy probable la presencia de micorrizas en el sistema radical de H. alypoides. La micorrización permite una mayor absorción de nutrientes edáficos, especialmente el fósforo que -al menos en formas disponibles- es escaso en los suelos gípsicos.
Conservación
Especie emblemática de los yesos de la Cuenca de Sorbas-Río Aguas y toda su gran biodiversidad, siendo un claro ejemplo especie “paraguas”. Así, a nivel continental ha sido reconocida como Especie vegetal de Interés comunitario que requiere una protección estricta, de la Directiva Hábitats de la Unión Europea. A nivel estatal figura en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial y a nivel Andaluz figura en el decreto de protección de flora como taxón vulnerable (VU)8. Figura como especie Vulnerable en diversas de listas rojas a nivel estatal y autonómico, siendo la evaluación más precisa la ficha que sobre este taxón se realizó en la Addenda 2010 al Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España9, que lo muestra como Vulnerable, VU B2ab(i,ii,iii,v).
Otros datos de Interés
Esta especie se hibrida con H. almeriense Pau, dando un taxón híbrido (nothotaxón) llamado Helianthemum × mariano-salvatoris Rivas Mart., F. Alcaraz, T.E. Díaz & P. Sánchez-Gómez. Podemos mostrar la descripción que, según las normas de la época, se hacía en latín:
Differt a Helianthemum almeriense infiorescentis et stipulis setosis, non glabridus, pedunculis fioralibus setosis 3-4 mm, non glabrescentibus 6-8 mm, et foliis lanceolatis-lineribus acuminatis, non linearibus-lanceolatis. A Helianthemum alypoides differt petalis, palidi-fuscis, calicibus 4-5 mm setosis scapularum maxime signatum, foliis lanceolatis-linearibus acuminatis 4-8 x 2-3 nunquam lanceolatis acuminatis 10-15 x 3-610.
Cuya traducción, tomándonos ciertas licencias, en aras de una mayor claridad sería:
Difiere de Helianthemum almeriense en que el sistema de ramificación de las ramas floríferas (inflorescencia) y cada uno de los apéndices que se forman a cada lado de la base foliar (estípulas) tienen pelos tiesos (setosas), no casí sin pelos (glabrescentes); rabitos (pedúnculos) florales con pelos tiesos (setosos) de 3-4 mm, no casi carentes de pilosidad (glabrescentes) de 6-8 mm y hojas linear-lanceoladas terminadas en punta (acuminadas). De Helianthemum alypoides difiere en los pétalos de color crema, caliz de 4-5 mm con la mayoría del tubo marcadamente peloso -con pelos tiesos- (setoso); Hojas linear-lanceoladas terminadas en punta (acuminadas) de 4-8 x 2-3 mm, nunca lanceoladas terminadas en punta (acuminadas) de 10-15 x 3-6 mm.
Pero del mismo modo que la realidad supera a la ficción, la realidad, en campo, es más compleja que lo reflejado en los tratados de Botánica. Hemos estudiado esta planta y, si se tiene en cuenta la pilosidad del cáliz, el color de los pétalos, y la forma y el tamaño de la hoja, se pueden distinguir hasta casí una veintena de tipologías intermedias entre las dos especies parentales, algunas de ellas realmente extrañas ¿cómo puede si no la hibridación de una planta de pétalos blancos con otra de pétalos amarillos, dar origen a un individuo de pétalos anaranjados?…, pues ocurre. Esto nos muestra que el híbrido es fértil (aspecto éste comprobado en laboratorio) y se retrohibrida (vuelve a hibridarse).
Todo lo anterior nos lleva a dos aspectos sumamente interesantes sobre la evolución de esta especie. En primer lugar, H. alypoides es un taxón muy próximo a H. almeriense. De hecho, como confirman por los análisis genéticos de Martín-Hernanz et al.11, ambas junto a H. raskebdanae M.A. Alonso, M.B. Crespo, Juan & L.Sáez forma parte de un trío de especies, diferenciadas genéticamente del resto. (H. almeriense vive en el Sureste Ibérico en medios heliófilos y semiáridos como tomillares y lugares despejados, en suelos secos, pedregosos, calizos, micacíticos, margosos o en yermos de yeso, a veces también en terrenos volcánicos e incluso en los arenosos (playas)1,2; H. raskebdanae habita en el noreste de Marruecos, en acantilados marinos, influido por el espray del rocío marino, pero por encima de la vegetación rupícola marcadamente halófila fitosociológicamente adscrita a Crithmo-Limonietea12; nótese que en ambos casos, al igual que el yeso, se trata de hábitats estresantes, especialmente por la poca disponibilidad hídrica). En esta terna de taxones H. alypoides, ocupa una posición balsal, es decir, a partir de un antecesor común del trío surgió H. alypoides y otra especie que, a su vez, fue el antecesor común de H. almeriense y H. raskebdanae.