Ecología
Habita en matorrales mediterráneos de
lugares secos y soleados, más o menos abiertos. Por lo general, aparece en
tomillares y albardinares gipsícolas; entre los 50 y los 1000 m, en los pisos
termo- y mesomediterráneo, y ombrotipos semiárido y seco7. De
preferencia edáfica claramente basófila–calcícola y basófila–gipsícola, se
encuentra en terrenos yesosos, margas, calizas e incluso en repisas de conglomerados
calcáreos8. Desde el punto de vista fitosociológico, característica
de la alianza Gypsophilo–Santolineion viscosae9.
Aunque no se disponen de datos sobre
esta especie en concreto, se han descrito simbiosis de otras especies del
género Launaea con determinados
hongos con los que forma micorrizas arbusculares10. La micorrización
permite una mayor absorción de nutrientes edáficos, especialmente el fósforo
que es escaso en los suelos gípsicos, al menos en formas disponibles.
Conservación
Figuró, a nivel nacional, en el primer
catalogo realizado a nivel nacional, en 1984, como taxón Casi Amenazado
(NT). Dado su amplia distribución y abundancia, no ha vuelto a ser incluido en
listado o legislación alguna11. En el contexto de Andalucía Oriental
se le considera como una especie de Casi Amenazada (NT)2.
Otros
datos de Interés
No hay datos de esta especie y tampoco
cabe extrapolar las propiedades de sus congéneres ya que, por un lado, Launaea fragilis y L. nudicaulis tienen un látex no vesicante, de manera que, en
Marruecos, se consumen en vinagreta o se cocina con carne y también se utiliza
para preparar salsas y -para el ganado- son buenos pastos, conocidos por ser
galactógenos (incrementadores de la producción de leche). En cambio L. arborescens, tiene un látex
vesicante, que confiere un sabor ácido a la leche y la carne del ganado y que
consumido en grandes cantidades tenga una acción corrosiva sobre las paredes
digestivas, así como, darle un sabor amargo a la miel cuando son libadas sus
flores12.
Referencias
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